Marco legislativo.
En el Real Decreto-Ley 11/1995, de 28 de diciembre, por el que se establecen las normas aplicables al tratamiento de aguas residuales urbanas, se establecen las bases jurídicas para proteger la calidad de las aguas continentales y marítimas, protegiéndolas así, de los efectos negativos de los vertidos. Las aguas residuales urbanas, incluyen los residuos domésticos, industriales y las aguas de la escorrentía pluvial. Estos residuos domésticos, son aquellos procedentes del metabolismo humano. Los residuos industriales, son aquellos vertidos procedentes de cualquier local con actividad comercial o industrial. Según la ley, todas aquellas poblaciones que cuenten con más de 15.000 habitantes, están obligadas a disponer de sistemas colectores para las aguas residuales urbanas. Un sistema colector es una serie de conductos, que recogen y conducen las aguas residuales urbanas desde las redes de alcantarillado de titularidad municipal, a las estaciones de tratamiento.
Población censada en Arroyomolinos, Madrid.
Esta información, proporcionada por la web del Instituto Nacional de Estadística (https://www.ine.es), muestra la población censada en el periodo (1996 – 2018).
Como se puede observar, a partir del año 2010, Arroyomolinos ya contaba con 15.500 habitantes, momento en el cuál se debió aplicar esta legislación.
Es muy relevante comentar que, en un periodo de sólo nueve años, hemos duplicado la población.
Vertidos ilegales.
En la actualidad, como se puede observar por los datos aportados, aproximadamente 30.000 personas están vertiendo sus aguas fecales e industriales, de viviendas y naves del Polígono Industrial Valdefuentes, al Arroyo de los Combos de nuestra localidad.
Este hecho, tiene una gravedad si cabe mayor, si tenemos en cuenta que se trata de vertidos que desembocan directamente a un espacio protegido que es el Parque Regional de la Cuenca Media del Guadarrama, a su paso por Arroyomolinos.
¿Qué ocurre cuando estos vertidos llegan al río?
Las aguas residuales normalmente en su origen, cuando están frescas, no presentan olores desagradables a temperaturas entre 20 y 25 grados centígrados. La descomposición inicia al cabo de dos horas, cuando comienzan a enturbiarse y a cambiar de color, transformándose en aguas color marrón y al cabo de 6 a 8 horas se produce el desprendimiento de gases, luego tomarán color más oscuro, con producción de malos olores, y se convierten en aguas ácidas, se produce la estabilización y se convierten nuevamente en aguas sin olor, color ni sabor, obteniéndose materia estable como dióxido de carbono (CO2), óxido de nitrógeno (N03), y sulfatos (SO4).
Por su origen fecal, tienen un alto contenido en bacterias que está asociado con enfermedades como la gastroenteritis. Además, la alta cantidad de nitrógeno del agua, provoca que ésta se desoxigene impidiendo que prolifere la vida. De ahí que hayan desaparecido especies de anfibios, peces, aves y plantas, en un corto periodo de tiempo.
En general, la presencia de estos vertidos genera:
- Malos olores, por los gases producidos por la actividad bacteriana.
- Acción tóxica, por la presencia de compuestos contaminantes.
- Potencialidad infectiva, por la proliferación de bacterias humanas.
- Desaparición de animales y plantas, por la contaminación del ecosistema.
- Acumulación de metales pesados altamente tóxicos (provenientes de las naves de aluminios, cerrajería, talleres mecánicos, etc.) del polígono industrial.